En la calle San Bernardo nº 72, frente al convento de Montserrat, se alza el segundo monasterio que las religiosas de San Francisco de Sales abrieron en Madrid, llamado por ello Salesas Nuevas. El convento, fue fundado en 1798 por la marquesa viuda de Villena y Estepa, sobre unas casas que había adquirido al duque de Abrantes. La marquesa había tenido una revelación durante un sueño en la que se le encomendaba la creación de este monasterio.
La iglesia, de estilo neoclásico, es obra de Manuel Brady, quien la construyó entre 1798 y 1801. El templo consta de un salón rectangular sin capillas, estando los muros decorados con copias de obras maestras pintadas por una aventajada novicia. La fachada presenta cuatro pilastras toscanas de granito sosteniendo un frontispicio triangular. Sobre el frontón semicircular de la portada hay un relieve que representa a San Francisco de Sales fundador de la orden junto con Santa Juana Fremiot.
En 1836 con motivo de la exclaustración, el convento fue transformado en sede de la Universidad Central, trasladándose las religiosas a las Salesas Reales, en donde estuvieron hasta que en 1845 pudieron regresar a su antiguo convento.
La Iglesia no es accesible para personas con problemas de movilidad y que precisan de silla de ruedas, hay tres escalones que impiden la accesibilidad para poder entrar.
Al ser una iglesia de un monasterio, el acceso al templo se reduce al horario de misas, el resto es uso exclusivo de la Comunidad religiosa, por lo que no se sabe de ninguna medida que se haya adoptado para mejorar los problemas para personas con funcionalidades diversas. No se conoce que tengan implantada ninguna medida para facilitar la accesibilidad auditiva y visual.
Metro con ascensor: Bilbao L1 y L4. Tribunal L1 y L10.
Metro sin ascensor: Noviciado L2, San Bernardo L2 y L4
Autobuses: 3, 21 y 147.
Cercanías: Sol C10, C2, C3, C3A, C4A, C8
Aparcamiento: Fuencarral 101
Atención al público: Se trata de un Monasterio de religiosas de clausura, se puede comunicar con ellas por un torno mediante un timbre con videollamadas en la puerta exterior y desde una ventana con rejas en la entrada del monasterio. La iglesia suele estar cerrada, a excepción de las horas de la misa, el resto del día es de uso exclusivo de las monjas. Este monasterio se conoce por la elaboración de diferentes dulces, muy apreciados por la Vecindad.