En los inicios del siglo XX se construye una creación arquitectónica originalísima: La Iglesia de la Buena Dicha, en la calle de Silva, 25, muy cerca de la Gran Vía. En ella confluyen en perfecta simbiosis dos estilos historicistas, el neomudéjar y la decoración modernista. El autor del nuevo templo fue el genial arquitecto Francisco García Nava, en 1913.
La iglesia tiene planta de cruz latina, con brazos laterales cortos. El crucero se abre por medio de 4 grandes arcos poli lobulados. Sobre ellos las trompas, donde figuran los cuatro evangelistas, y sobre las trompas la bóveda de crucería califal, cuyos nervios se entrecruzan formando en su centro una estrella de ocho puntas. Las columnas del templo tienen fustes bicromos con formas zigzagueantes y los capiteles presentan una ornamentación de nido de avispa, al modo hispanomusulmán.
Preside el altar un retablo modernista del escultor gallego Urbano Parcero que alberga la imagen de la Buena Dicha, que es la original del siglo XVI. El otro retablo, en el lado del evangelio, perdió sus esculturas en 1936, siendo sustituidas por otras en la posguerra.
La portada principal, construida en ladrillo y piedra blanca, destaca por la mezcla de estilos gótico, mudéjar y califal. El pórtico lo forman tres arcos de herradura angrelados, sustentados por columnas de piedra con capiteles del gótico Tudor. El cuerpo central de la fachada está decorado con una gran vidriera modernista sobre la creación del mundo.
A ambos lados de la portada hay sendas torres neomudéjares. La torre de la derecha alberga el secreto mejor guardado de esta iglesia: una capillita, visible desde la calle a través de una ventana, que custodia la Virgen de la Misericordia, encantadora talla del XVI procedente del antiguo hospital de la Buena Dicha.
En 1594, el abad del monasterio de San Martín, Fray Sebastián de Villoslada, había fundado en este lugar un hospital benéfico, el de la Buena Dicha, dedicado a Nuestra Señora de la Concepción. Junto al hospital, como era costumbre, se construyó una capilla. Entre otras labores de beneficencia, los hermanos de la Buena Dicha se distinguieron atendiendo a los heridos y fallecidos durante las jornadas sangrientas del 2 de Mayo de 1808. En el cementerio contiguo al hospital, fueron enterradas provisionalmente Manuela Malasaña y Clara del Rey. A fines del XIX se derribó el sanatorio y en su lugar se construyó la actual iglesia. Hoy, la hermandad de la Concepción y la Buena Dicha continúa con las obras de atención a los necesitados.
No permite la accesibilidad física a personas con movilidad reducida (PMR). En la puerta de entrada para el acceso por la calle Silva, hay una escalera de 6 peldaños, sin otra alternativa que haga posible el acceso a esta iglesia para personas con problemas de movilidad y que necesiten para desplazarse silla de ruedas.
No hay tampoco implantadas medidas para facilitar la accesibilidad visual y auditiva.
Metro con ascensor: Callao L5 y L3.
Autobuses: 1, 2, 3, 202, 44, 46, 74, 75, 133, 146, 147, 148, M2
Aparcamiento: Plaza de Santa María Soledad Torres Acosta. (el ascensor llega hasta el piso -1).
Horarios de misas: Laborables, Domingos y Festivos: 12:30 horas y 17:30 horas.