La Iglesia de las Maravillas la construyeron en 1.620, Alonso Carbonell y Cristóbal De Aguilera por deseo de Felipe IV, que había sanado de una herida grave cuando le llevaron un manto de la Virgen de las Maravillas.
La iglesia tiene planta de cruz latina, con cabecera plana y capillas laterales. El elemento más singular es el pórtico que se encuentra en la esquina con arcos de piedra de medio punto.
Originariamente tuvo un magnífico retablo barroco de Pedro de la Torre, desaparecido en el XVIII. El interior se reformó en 1770, creándose un retablo neoclásico, obra de Miguel Fernández. A los lados de este retablo tenemos dos soberbias estatuas de San Elías y Santa Teresa, obras de Francisco Gutiérrez (el autor de la estatua de La Cibeles). La fachada lateral pertenece a la reforma neoclásica del siglo XVIII.
Esta iglesia perdió parte de su imaginería en 1936, aunque se conserva el Cristo del Perdón, del XVII, atribuido a Juan de Villabrille, que fue mutilado en la guerra civil y por ello le eligieron como patrón de los excombatientes mutilados. Además, hay un Cristo de la Buena Muerte, el único crucificado gótico de las iglesias de Madrid, de autor anónimo. De la desaparecida iglesia de San Miguel de los Octoes, se trajeron aquí dos cuadros de Zurbarán: San Francisco y San Diego de Alcalá, junto con un cuadro de San Sebastián, de Juan Carreño de Miranda, y un Niño de las Calaveras de Antonio de Pereda.
Tras la desamortización de Mendizábal, en 1836, el convento queda vacío y en 1868 se derriba para hacer la plaza del Dos de Mayo. Las monjas, tras ocupar diversas sedes, se trasladan a su nueva ubicación en Príncipe de Vergara, 23.
La iglesia pasó a tener la advocación de los Santos Justo y Pastor, aunque popularmente sigue siendo la de las Maravillas. Su altar mayor está presidido por una copia de la talla de la Virgen (la original fue víctima del fanatismo en la guerra civil).
La Iglesia es accesible desde la calle Dos de Mayo, debiendo abrirse no solo la puerta de rejas, sino también el portón de madera que permitirá de esta forma poder entrar en la Iglesia.
Por la puerta que da a la calle la Palma, no es accesible la entrada para personas con movilidad reducida y en silla de ruedas por tener un escalón de piedra de 25 centímetros, además suele estar cerrada permanentemente, por lo que la única entrada accesible es por el 2 de Mayo, que cuenta con una pequeña rampa en mitad de la puerta de rejas para salvar el bordillo de 2 centímetros. No se conoce otras medidas aplicables de apoyo a la accesibilidad visual, auditiva o intelectual.
Metro con ascensor: Bilbao L1 y L4, Tribunal L1 y L10.
Metro sin ascensor: Noviciado L2, San Bernardo L2 y L4.
Cercanías: Sol
Autobuses:3, 40, 21, 147.
Aparcamiento: Barceló.