Como recientemente ha escrito Pilar Perea en un artículo en el diario.es, publicado el dos de septiembre de 2020, que lleva por título “Librerías de Barrio, espacios para el alma”: “Las librerías que sobreviven en nuestros barrios hacen también que el propio barrio sobreviva. Las necesitamos, necesitamos esos lugares de conversación y de encuentro. La ciudad se hace amable y pierde ese tono áspero de prisa y de asfalto en los rincones sencillos como en la sombra de un árbol (y mejor si hay un banco) en las fuentes (ahora apagadas) o en las librerías de barrio donde también el alma encuentra un respiro.
“Las librerías son espacios familiares que tienen una historia con personas, venturas y apuros, son espacios donde se habla de libros, donde se entiende de libros…
“Si no tienen el libro que buscamos, lo piden, si no sabemos que regalar, aconsejan, si dudamos, nos ofrecen algunas pistas, nos dejan deambular por sus estanterías…
“Son como nuestros ambulatorios para el alma y aun sin saberlo, son también parte de las vigas invisibles (pilas y pilas de libros) que sostienen nuestras ciudades.” (ver articulo)
“La Librería Reno, podíamos catalogarla como una de esas librerías de barrio de toda la vida como las de que se hablaba anteriormente.
“Es una entrañable ‘Librería de Libreros’ que acompaña al barrio desde 1962, el año en que The Beatles se dan a conocer en el mundo. Se estrena Lolita de Kubrick, Nace Mafalda, el personaje de Quino, Steinbeck recibe el Nobel. Se publica ‘El siglo de las luces’ de Alejo Carpentier. Estalla la Crisis de los misiles. Se equiparán los derechos laborales de los hombres y las mujeres… y nace la Librería Reno”.
Aunque tradicionalmente se ha dedicado al libro de texto, en la actualidad en su catálogo las humanidades ocupan un papel destacado con narrativa de ficción y ensayo.
Como ocurre con otras librerías con historia en el barrio, existen dificultades para el acceso y el tránsito en el interior de las mismas. Sin embargo, queremos destacar el esfuerzo que están realizando las libreras (madre e hija responsables de la librería) para corregir las carencias de accesibilidad y al menos han conseguido que la entrada sea accesible incluso para personas en silla de ruedas.
El espacio que se ha instalado en el bajo para presentaciones de libros y otros eventos todavía no es accesible para personas con movilidad reducida.
Metro con ascensor: Bilbao L1, L4 Tribunal L1 y L10.
Metro sin ascensor: San Bernardo L2 y L4.
Autobuses: M2, 147, 16, 21, 37.
Aparcamiento: Calle Barceló s/n.
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